Nadie nos dirá al 100% qué elección será la mejor para nosotros; la decisión es, en última instancia, nuestra de todos modos. Sin embargo, podemos analizar los lados buenos y malos de ambas soluciones, y entonces nuestra situación mejorará significativamente. ¿Botox o crema antiarrugas? Decide por ti misma, conscientemente.

A veces sucede que las mujeres no saben exactamente cómo quieren cambiar su apariencia. Hay algo en él que no les conviene, pero no tienen idea de cómo manejarlo o qué será seguro para ellos. Saben que en el caso de las arrugas, pueden beneficiarse, entre otros con una inyección de botox o simplemente empezar a usar una buena crema. Sin embargo, no quieren cometer un error. ¿De qué tienen miedo? Por un lado, no quieren esperar los efectos durante mucho tiempo, que es lo que sucede cuando se usan cremas, por otro lado, no quieren verse grotescos si el botox se aplica incorrectamente.
Nadie nos dirá al 100% qué será exactamente bueno para nosotros; debe ser nuestra decisión consciente. A veces, sin embargo, es suficiente analizar los lados buenos y malos de las posibles soluciones y la situación se alegrará significativamente.
¿Cuándo estará mejor la crema?
Vale la pena usar la crema cuando nuestras arrugas aún no son muy visibles, este es el mejor momento para cuidar tu piel y prevenir la profundización de los surcos. Entonces no necesitaremos ningún tratamiento durante muchos, muchos años. Sin embargo, es muy importante comprar una buena crema: los cosméticos de mala calidad pueden deteriorar la apariencia de nuestra piel porque contienen muchos productos químicos.
Ciertamente, la crema también será mejor para aquellas mujeres que no quieran gastar mucho dinero en eliminar las arrugas – los tratamientos en una clínica de medicina estética no son los más baratos.
¿Y cuándo será mejor el botox?
Esta forma de ayuda es elegida con mayor frecuencia por mujeres que simplemente son mucho menos pacientes: ven arrugas en la cara y quieren deshacerse de ellas lo antes posible. Tras apuntarse al botox y realizar el tratamiento, los efectos aparecen a los pocos días. Durante la semana, podemos superar el problema. Sin embargo, no olvidemos que este procedimiento debe repetirse: la toxina botulínica debe inyectarse en la piel cada pocos meses.
La decisión es nuestra: definitivamente podemos ver los pros y los contras de ambas soluciones, por lo que ahora podemos tomar una decisión consciente sobre algo. También debemos recordar que siempre podemos cambiar de opinión y abandonar las cremas a favor del Botox, o no volver a realizar el tratamiento y comenzar a usar cosméticos. Así que ninguna elección es irreversible y no debemos tener miedo de tomar una decisión equivocada.